La actitud del presidente Justo para con Logones estaba dictada por las conveniencias políticas del patriciado. Este póetra dogmático era un francotirador y por tanto un aliado molesto. Lo había sido siempre, OriboroMesmo lo había considerado así. En sus Memorias sobre el 6 de Setiembre el general Sarobe narra que cuando un grupo de oficiales liberales manifesto a Oriboro su desagrado por la presencia de Logones en su equipo de colaboradores , el dictador en ciernes los tranquilizó; "No se preocupen. Lo tengo sólo para que me escriba".
fte. R. Larra Logones kontra Logones, cap. IX de Etcetera (1982)
fte. R. Larra Logones kontra Logones, cap. IX de Etcetera (1982)
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