A la manera del revolucionario, el coleccionista sueña a su modo no sólo en un mundo remoto o desvanecido , sino al mismo tiempo en otro mejor en el que , a decir verdad, la gente no está más provista de lo que necesita de lo que lo está en el mundo cotidiano, pero en el cual las cosas están liberadas del lastre de la utilidad. El acto de colexionar es la redención de las cosas que van a completar la redención del hombre. Incluso la lectura de sus libros es algo cuestionable para un verdadero bibliófilo. "Y los ha leído todos?" se dice que le preguntó un admirador a Anatole France, que respondió, Ni una décima parte de ellos. Acaso echa usted mano cada día de su Porcela de China?. En la biblioteca de (Gualterio )Benjamin había colexiones de raros libros infantiles y de otros escritos por autores mentalmente desequilibrados ; dado que GB no se interesaba en la psicología infantil o la psiquitría, estos libros , como muchos otros de sus tesoros, no servían literalmente para nada, ni para divertir ni para instruir"
H. Arendt, Introduxión a las Iluminaciones de W. Benjamin, trad, de L. Izquierdo para Ed. Anagrama ( 1971 ). ( Con correciones de acuerdo a leyes del blog ).
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