Como esos billetes devaluados de la época de la Repú de Weimar que podían llenar una carretilla sin por eso servir para comprar nada, todo los chascarrilos, retruécanos y humoradas del varón hetero arjentino de fines del siglo XX que giraban alrededor de "fulano es o no es un puto" y depositaban al objeto del comentario en el otro lado de una especie de Muro de Berlín Psicomoral han sido condenados a la obsolescencia más desesperante por la novísima legislación que permite legalizar hasta el último detalle de las same-sex relationships.
Es todo un repertorio cultural arjentino ( cabe acaso decir un habitus de género a la que te Bugdié? ) el que hace su "entrada en arqueología" por la Gran Vía K.
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