Como todavía come carne, Lindner me suele entretener con anécdotas de un mundo para mí largamente desaparecido; parece que en una parrilla que él suele frecuentar frente al Hospital de Niños de la Ciudad Autónima le dicen matrimonio al par formado por chorizo y morcilla.
Y sí, en Churraskilandia le dicen matrimonio a cualquier cosa.
4 comentarios:
En este caso -como otras veces- tu patearla fuera de campo no es sino un estricto tiro por "elevación", lo que acusás como "amigos del culo" no te tocarían ni con un pincel, qué decir de pasarte el trapito. Ah cúpulas mejor maceradas, ah civitas.
(Y decile a Iostraibitzer que ya te señalé que propiamente es "ínterin". Qué cosa che...)
Ah y cualquier godo bien observaría "tienesh tetitash"
¿No se vendrá la serie anaranjada, verdad?
ni que tuviera visiones, al yatito nomás estabas con lo de la "rodaja"
Publicar un comentario