julio 29, 2010

advertencia a "jóvenes artistas"


Conviene oportunamente aceptar que uno puede no llevarse bien con la trementina y cambiar de ramo a tiempo ; floristas, plomeros, fonoaudiólogos o wedding planers siempre harán falta y no la pasan mal. A los inoperantes del plumín hay que mantenerlos fuera del contacto con el caballete por bastante más que un mero prurito gremial. Artistejos que han fracasado en descular los misterios de la anatomía y el claroscuro pero no lo aceptan del todo pueden tornarse muy peligrosos para el resto de la sociedad si consiguen hundir el fétido torrente de su resentimiento en alguna tubería de las que transportan quantos de energía política de regiones cascoteadas o cerebralmente precarizadas de nuestra civilización. Y no busquemos ejemplos en la luna.

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