Una de las máximas que rigen mi vida desde que accedí a un estadio de conciencia superior (hace ya algunos minutos) es que el Mal es algo que ya está instalado. El Mal es poderoso y está en todas partes . El Mal se defiende solo; es el Bien el que necesita nuestra ayuda para sobrevivir.
Alguna gente entra y sale de la Temporalidad sin conocer otra cosa que el Mal. Son tristes de ver y conviene tomar tranquila distancia de ellos, si se puede. Tampoco son la mayoría. Creo que los comunes mortales estamos remándola con los recursos que tenemos para evitar en la medida de lo posible al Mal y acercarnos en la medida de lo posible al Bien. A veces acertamos, a veces no. Nos defendemos con lo que tenemos a tiro; la piedra encontrada; la morisqueta que detuvo alguna vez el hacha del verdugo. A veces hay que negociar, a veces hay que dejar que se negocie con nosotros silbando bajito. Disponemos de una especie de libertad piojosa, teniendo que sobrevivir en este país devastado que no interesa a nadie allá arriba cerca del PODER (lo que tal vez sea una ventaja en algunos años, pero no todavía, ejem…).
Dicho esto, confieso que no entiendo porque Florencia Braga Menendez invierte tanta energía y veneno, tanto verborrea (que tiene, lo admito, sus momentos de saña admirable) en hacer aguafuertes con bajezas de gente que no conoce otra cosa que el Mal (y no puede hacer ya otra cosa) en vez de ocuparse ella (que ha gozado en la vida de un punto de partida claramente privilegiado para emitir mensajes) en promover el Bien.
Ya hay una Lila Carrió en la política. No necesitamos otra en el Arte. Y menos desperdiciando inteligencia y educación digna de mejores épocas de nuestra país para armar saetas ponzoñosas contra entidades subalternas. ¿A qué viene tanto rencor grabado al acero? ¿Cuál es la cuenta que no cierra? ¿Quién le ha prohibido a FBM hacer lo que le dé la santa gana? Que no rompa y edite libros con sus teorías sobre el Arte. Son necesarios y serán bienvenidos.
Hay un montón de emisores espasmódicos dentro del cognitariado que quieren sobrevivir en el mundo del arte. Allá ellos. ¿A qué viene esa Cámara Oculta de la Moral sin Centro acoplada a un ventilador marca Fontevecchia? ¿No será más productivo seleccionar a los buenos, o menos malos, que puedan aparecer y desentenderse del resto?. Si los ricos son brutos no se pierde tiempo publicándolo…eso ya se sabe, la cuestión está en educarlos, y siempre escucharían de mejor talante a una FBM que a algún que a algún “temeroso tímido con la orfandad idiota sobreactuada”.
Los más atentos se darán cuenta que estoy citando el artículo de FBM publicado en el diario Perfil del 22 de mayo pasado, entitulecido "El Arte coreografiado por Bob Fosse/ Veinte años de ArteBA".
Una última cosa. En las guerras de palabras pasa algo peligroso y es que, a diferencia de lo que sale de la boca de un cañón en las guerras sin palabras, hay una condición de reversibilidad: lo que arrojaste a tus enemigos te puede volver a la cara y de mala manera. Concretamente quedé pensando en eso que se lee en el artículo de FBM acerca de “falsos coleccionistas que devienen galeristas” (¿alusión a alguien especial?). Pienso que si a alguien, algún malvado al pedo, hilando un rosario de data apresuradamente recogida,se le ocurriera decir ; “Oh, sí…claro…FBM, la falsa pintora (ha pintado y expuesto… ¿pero donde están los cuadros?) devenida falsa teórica (ha escrito…¿pero dónde esta su teoría?) devenida falsa galerista (¿donde están los artistas de su galería ) devenida funcionaria(¿dónde esta su gestión? )"... no tendríamos derecho a pensar que se está cometiendo una apresurada y tendenciosa simplificación?
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